Uso de los elementos para obtener una guía o un llamado interno.
Trabajar con los elementos de la naturaleza:
Es un buen camino para ayudarnos a escuchar “el llamado interno” de nuestro alma.
La naturaleza nos puede poner en un estado de trance, en el cual nuestra mente racional se calma. De esta forma podremos escuchar “la guía interna” que se eleva desde dentro.
Sentarse junto al agua corriente, como un río, un arroyo, una cascada, puede ayudarle a alejarse de la cotidianidad, permitiendo que su “sabiduría interior” se eleve.
Observar las olas en el océano le permite abrirse y ponerse en tal estado, para así poder escuchar los mensajes del alma.
Encontrar un lugar y sentarse sobre la tierra o el suelo, en dónde se pueda ver a la distancia le permite distraer los pensamientos cotidianos, dejando escuchar “la guía interior”.
Sentarse a sentir la brisa o el viento del verano (simplemente escuchando) deja que los pensamientos comunes vuelen y permitan ser reemplazados por “la voz interior”; esto le puede facilitar conectarse con una “guía inmediata”.
Hacer una fogata en un campamento y mirar el fuego, es una antigua costumbre de entrar en un trance profundo, en dónde el propio espíritu puede llenarse de” la guía necesitada”, para dar los próximos pasos en la vida. O, como alternativa, observar la llama de una vela, tiene el mismo efecto.
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